
Siempre te recordaremos como el mejor perro, aunque supongo que como todos los perros del mundo.
Te encantaba mirar mientras alguien cocinaba, pasarte horas durmiendo o tumbado en el suelo, te sacaran a pasear o te hicieran hacer trucos - ya sabéis, dar primero una pata y luego la otra.
Formaste parte de una familia maravillosa y nos enseñaste los valores más importantes de la vida.
Qué pena que los perros vivan tan poco tiempo…
Este proyecto va por ti y por todas las almas perrunas que, sin hablar y solo con sus acciones nos enseñan valores de humildad, lealtad, superación y amor incondicional.
Esperamos que vaya todo bien por el cielo de los perros, nos volveremos a ver algún día!
Te amamos, siempre.
PD: Ojalá hubieras probado nuestras galletas. ¡Cómo no se nos ocurrió antes!